"Robótica" por Miguel D'Addario

 




Robótica

Los pasos del robot se oían a una distancia breve, como si un elefante se acercara rápidamente hacia uno mismo. Se trataba de la última generación de robots humanoides, perfectas imitaciones de los humanos. Con piel humana real, ojos destellantes, en colores varios, flexibilidad dinámica en las articulaciones y movimientos corpóreos exactos.

Todo lo podían hacer, correr, bailar, hablar, besar, trabajar, e incluso ir de compras. Eran androides imprescindibles y los humanos desarrollaron una gran dependencia de sus servicios. Contaban con vellos corporales, su barba crecía, sus uñas y cabellos también.

Los niños adoraban a estos muñecos tan definidos en sus facciones y tan diferentes entre sí. Eran diseñados basándose en los rasgos familiares, apariencias generales del grupo familiar. Tenían la sexualidad definida, tanto masculina como femenina.

Eran dóciles y sensibles, aunque no tenían sentimientos, ni emociones agresivas o amorosas, simplemente estaban programados para ser amables, lo cual los hacía muy queribles. A veces cometían errores, se quedaban dormidos recargando las baterías, o podían tropezarse y hasta entrar en estado “pensativo”.

Tenían una memoria programada, que incluía los sueños nocturnos, los sueños diarios esperanzadores, pensamientos inyectados, recuerdos prestados, y una inteligencia artificial asombrosa, capaces de resolver una partida de ajedrez en 10 minutos. Pero no podían generar sus propios pensamientos a partir de la nada. Podían matar si estaban en peligro y no cumplían las leyes de Asimov.

Tenían un punto ciego donde podían relacionar pensamientos y emociones preestablecidos, y desde ahí generar sus propias conclusiones; por ende, podían crear sus propias resultantes mentales.

Hubo un periodo de muchos meses donde cuantiosos maridos llegaron a sus casas y encontraron in fraganti a los robots humanoides copulando con sus esposas.

Así hubo millares de reclamos a la empresa RH Company, la cual terminó en quiebra.

Desde ese inusual día las nuevas empresas robóticas fabrican los robots sin órganos sexuales.




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