"Uxoricidio" un relato de Miguel D'Addario

 

Uxoricidio

Alguna vez se amaron. O tal vez lo seguían haciendo, pero con algunos matices y ciertas tonalidades espeluznantes. Él estacionó su furgoneta en la puerta de su casa, envolvió el 22 largo de 6 tiros en un trapo de limpieza. Ella estaba en casa con sus tres hijos. Planchaba la ropa de ella, de su esposo y de sus niños. Entonces el hombre descendió del vehículo, tomó su cartera y guardó el revolver en el bolsillo derecho de su chaqueta. Ella estaba acomodando la ropa planchada en las cajoneras del mueble, y mientras lo hacía decidió hacer el mate cocido para los críos. Él caminó el largo pasillo desde la entrada hasta la puerta de su casa, -eran esas casas chorizos donde habitan varias familias o personas en un mismo domicilio-. Estaba nervioso, su amante le había dado un ultimátum respecto a la relación con su esposa, y debía decidir entre su querida y su legítima mujer. Ella puso la pava en la hornalla y recordó el primer beso de su marido, el casamiento por iglesia y el nacimiento de sus hijos; unas lágrimas caían y recorrían sus mejillas. Él abrió la puerta de una patada y entró gritando a viva voz. Vociferaba malas palabras, insultos y descalificaciones irreproducibles. Eructó el vino que había bebido con otro amigo, el cual lo mantenía un poco mareado y con los sentidos aletargados. Ella no se calló la boca y devolvió los insultos. Inmediatamente le arrojó la plancha a su cabeza, recriminándole que sabía la historia que tenía con su amante. Él desenfundó el revólver y le disparó los 6 tiros. Uno dio en el hombro. El segundo acertó en la mejilla, el tercero alcanzó su pecho, el cuarto rozó el hombro, el quinto penetró en su vientre, donde había un feto de 3 meses; y el sexto impactó en su frente. Ella cayó desplomada mirando a su esposo, y tomando su vientre gritó: Has matado a nuestro bebé. Después murió sin más. Los tres niños gritaban asustados debajo de una mesa. Él salió corriendo hacia la furgoneta, -desconocía lo del embarazo-. Arrepentido recargó el revólver, apoyó el cañón en su sien y se descerrajó un tiro. 

En la madrugada siguiente mi madre la escuchó llorar en la cocina de Manuela Pedraza 2313, donde le pidió que cuidara de sus 3 hijos. Mi madre avisó a su primo y fueron adoptados. Nunca más la oyó.

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6 comentarios:

  1. ANA5:54

    EXCELENTE¡¡¡ SALUDOS

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  2. Juan8:29

    Lo leí de un tirón y sin respirar, genial.

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  3. Redes Sociales8:33

    Mianda Aloia
    Excelente, breve y conciso¡¡¡ Abrazo.

    Carlos Garcia
    Triste historia...

    Beba D'Addario
    I love Núñez¡¡¡ Bello relato¡¡¡

    Emília Zenaide Messias
    Me emocionei com a história ! Que dó das crianças, agora órfãs.

    Sergio Silva
    El final, es antes de que el marido tire la puerta a patadas? Está bueno el relato pero no entiendo el final. Perdona mi ignorancia Miguel.

    Rosana de la Reta
    Fuerte historia.

    Eréndira Gómez Z
    Gran relato!

    Carlos Max
    Muy intenso y realista... Saludos.

    Andy Sanyasi
    Muy bueno¡¡¡


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  4. antonella17:19

    Genial relato!!!

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  5. Ganesha Machuca Lopez13:57

    Uff! Excelente!!! Te quedas con esas ganas de massssss!

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  6. Blanca Flor Sierra Cañarte13:58

    Bien !!!

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